Había una vez una niña llamada Idolla, tenía una lupa y a ella le gustaban los exploradores.
Un día iba caminando por la calle y encontró un rastro de huellas, cogió su lupa y fue a investigar. Se encontró un candado roto y una bombilla y al lado había un libro y lo abrió. En él ponía que debería seguir unas pistas para descubrir el misterio.
La 1ª pista era una fuente y en ella había un papel enrollado en un bastón. El papel decía que el candado cerraba una puerta de la siguiente calle. Entró en la casa y como estaba a oscuras cogió su linterna. Vió un tesorro con una cerradura en forma de ojo, ya solo le faltaba encontrar la llave. Siguió buscando y la encontró en el fregadero. Abrió el tesoro y había un montón de chuches que las repartió con sus amigos.
REALIZADO POR: Álvaro y Gerardo
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