HISTORIAS CREATIVAS

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NUEVAS HISTORIAS CON LOS STORYCUBES. 
Story Cubes
La lotería

¡Qué alegría! A mi y a mi familia nos a tocado la lotería. Nada más enterarnos empezamos a gritar de alegría. Fueron las cámaras de la tele a nuestra casa para hacer una entrevista. Nos preguntaron que qué íbamos a hacer con el dinero...
    Al día siguiente fuimos a la administración de lotería y vimos a la lotera. Ella estaba dibujando para pasar el tiempo, ya que la administración estaba vacía. No había nadie. La lotera cogió el décimo y comprobó que estaba premiado. Nos habían tocado cinco mil euros. La lotera ingresó el dinero en la cuenta de mi madre.
    Cuando tuvimos el dinero, mi madre, mi hermana y yo, fuimos a comprar algo para comer. Mi hermana, que es muy bromista se escondió detrás de una estantería y estuvimos media hora buscándola.
    Mi padre guardó parte del dinero en la hucha, hay que ahorrar.
    Por la noche llegó un ladrón a casa, como yo estaba despierto avisé a toda mi familia. Mi padre empezó a lanzar piedras y el ladrón se fue. A la mañana siguiente pusimos una alarma y nunca más entró nadie a robar. 
 Gerardo Haut Flores.
Un día de campamento y competiciones de béisbol.

Erase una vez, un niño llamado Carlos que tenía once años. Él se fue a un campamento con sus primos David y María. Cuando llegaron, jugaron a béisbol. Carlos bateó e hizo un “Home Run”, pero se les encajó la pelota en el árbol y no podía alcanzarla. Necesitaban un plan pero no se les ocurría nada, hasta que María vio dos hormigas trabajando en equipo y se le ocurrió levantar en peso a David para coger la pelota.
Más tarde, caminaron para coger leña, y cazaron para comer algo, miraron en un árbol y había una tórtola y la mataron, le cortaron las plumas hicieron fuego y la cocinaron.
Al día siguiente recogieron las tiendas y sus pertenencias y se fueron camino a casa.
Cuando se montaron en el coche se encontraron un oso y se asustaron pero como estaba dormido no hicieron ruido y volvieron  la ciudad.
Nunca olvidaron esa gran aventura.

Israel García Vaquerizo.
Palabras: cazar, señalar o mirar, cortar, caminar, levantar en peso y batear.
 
El oso de la pata coja.
Había una vez un oso que vivía en una cueva y estaba cojo, porque un día un cazador le había disparado en su pata derecha. El pobre oso estaba muy asustado, y cuando veía a alguien  se escondía para que nadie le viese. Un día mi amigo Juan y yo fuimos por aquella zona. Teníamos pensado  cavar un agujero grande y enterrar una caja para guardarla allí y tener un secreto de amigos.  Quemamos unas ramas para hacer fuego para la comida, más tarde nos pusimos a comer y escuchamos que alguien había golpeado con una piedra en el suelo, para llamar nuestra atención, Juan se puso a toser cuando vió aparecer al oso. Empezamos a llorar de miedo, pensando que no íbamos a salir de allí, pero el oso se acercó a nosotros y no nos hacía nada, solo quería ser nuestro amigo. Al final todo salió bien y el oso y nosotros nos hicimos amigos. Todos los días le hacíamos una visita, y en la puerta de la cueva pegamos un cartel grande con una foto de los tres.  
 
 Laura García Alzás.
 
 
El misterio de la varita mágica.

Un día de verano Paula estaba con Elena,María,Marina,y Nerea,sus mejores amigas,en la piscina cuando de repente sonó un ruido extraño en el vestuario de las niñas,ellas rápidamente fueron al vestuario para saber qué produjo el ruido,y vieron una extrañas flechas clavadas en los espejos y las puertas;en una de las flecha había un papel clavado que decía:´´Si queréis encontrar la varita mágica ir al parque esta noche a las 11:00 h,encontrareis una caja de madera,en la que deberéis colocar en el candado el siguiente número(158),abrirá el candado. ``; y así lo hicieron.
Cuando llegaron se encontraron la caja de madera con un paracaídas y un  candado con forma de pirámide,colocaron el número que había escrito en el papel,después de abrir la caja encontraron una lupa,un avión de juguete con el símbolo de un rayo,pero...de repente vieron que la varita mágica no estaba,sin embargo sí que en el fondo de la caja encontraron otra pista que les condujo hacía la varita;la pista decía lo siguiente´:´´Os lo habéis creído,pues la varita está en un lugar frío de esta ciudad que tod@s conocéis.`` En ese momento recordaron que había un bulto en la pared del congelador de un restaurante chino que había en la ciudad.Allí fueron todas,y vieron que podían levantar la tabla y ahí estaba,pero Elena se hizo daño en un dedo,pues se clavó un clavo, se le puso la cara triste,pero estaba llena de felicidad por dentro,¡Pues encontraron la varita mágica!
Verónica Casas Vázquez

 

 LA VARITA MÁGICA


Había una vez un niño llamado Juan, él era alto, tenía los ojos negros y grandes, también era rubio y tenía un montón de pecas por toda la cara.
Un día que estaba jugando en el parque se encontró una varita mágica con forma de flecha en la que ponía unas inscripciones que decían que gracias a esa varita podría aparecer y desaparecer. Al llegar a su casa escondió la varita en un armario y lo cerró con un candado para que su madre no la viese. Después estuvo cenando y al terminar, se fue a acostar.
A la mañana siguiente Juan no estaba en su cama, había desaparecido. Su madre, al ver que no iba a desayunar fue al dormitorio de Juan, y al ver que no estaba en su cama y pensó que se había escondido para darle un susto, y empezó a buscarlo por toda la habitación. Buscó debajo de la cama, detrás de la puerta, debajo del escritorio… Cuando buscó en el armario, y vio que Juan no estaba se preocupó por él. A los diez minutos Juan volvió a aparecer y estaba muy triste. Le contó a su madre que había estado en Egipto toda la noche y que quería meterse en una pirámide para resguardarse, pero una familia que pasaba por allí lo dejó quedarse en su casa. Después se durmió y no se acordaba de nada.
Al día siguiente, Juan se quedó en la ventana y vio que un hombre se tiraba de un avión con un paracaídas, entonces se metió en la cama rápidamente, e hizo como que estaba dormido. El hombre entró en la habitación y cogió la llave del candado que estaba en la mesilla. Abrió el armario y antes de que cogiese la varita, sonó un trueno, que retumbó en toda la casa y el hombre se fue corriendo.
Al día siguiente fue un inspector a casa de Juan y dijo que quería una varita que se le había perdido en el parque del pueblo. Empezó a buscar con una lupa por toda la casa, pero Juan le dijo que dejase de buscar que estaba en el armario. El inspector la cogió, pero antes de irse Juan le preguntó que para qué quería la varita y él respondió que era un secreto, pero que solo le podía decir que el hombre que había bajado del avión era él.
Gerardo Haut Flores 

Mi historia con los story cubes

El otro día estaba practicando con el arco cuando de repente tire una flecha y donde se clavó, al lado apareció una varita mágica, me puse muy contento porque pensaba que era de verdad pero era de mentira y me puse muy triste, por encima nuestra pasó un avión y soltó una caja con un paracaídas para que no se estrellara, cuando bajó del todo la caja tenía un candado y una nota que decía: Para encontrar la llave tendrás que ir a la pirámide que hay en el parque, tuve que ir con un paraguas porque estaba lloviendo,cuando llegué sonó un trueno, yo entré asustado, cuando entré dejó de llover y no estaba tan asustado, encontré la llave, parecía una lupa, me fuí a casa para abrir la caja tan misteriosa, la abrí y dentro había un tarta entonces toda mi familia salió porque era mi cumpleaños y yo me acordaba pero me lo pasé muy bién.
Óscar Hernández Lima


EL CHICO MÁGICO
Paula y Pablo eran mejores amigos desde la infancia y ese mismo día vino en avión un chico nuevo a clase llamado Jorge. Los tres se convirtieron en mejores amigos.  Jorge era simpático, bueno y muy callado. También tenía una pequeña cicatriz en la muñeca en forma de rayo, que coincidencia de que ellos también una. Mientras que Jorge deshacía la maleta, Paula sospechaba que él escondía algo. Entonces Paula vio que sacaba infinidad de cosas, una varita mágica, una lupa, un libro de conjuros,... En cuanto Jorge se dio cuenta de que alguien le vigilaba, Paula salió como una flecha. Jorge puso un candado para asegurarse. Paula le contó todo a Pablo y no se lo creyó. Los dos fueron con Jorge y hablaron con él. Les contó que era un mago del país de los magos y que por eso tiene esa cicatriz en la muñeca. Ellos también tenían una cicatriz y eran magos pero no lo sabían. Ahora que lo sabían se fueron a egipto, vieron una momia en una pirámide. También se fueron a tirar en paracaídas. Lego la hora de despedirse y pusieron caras tristes pero se volverían a ver.
Inés Gómez Lindo.

El viejo mago.
En mi barrio vive un hombre muy extraño, llegó en avión, con una maleta vieja que tenía puesto un candado. Se sentaba en el parque con una flecha y se ponía a matar los pájaros, unos niños que jugaban en el parque, se les ponía la cara triste, cuando veían caer los pájaros al suelo. El hombre venía de un circo, fue a hablar con el alcalde del pueblo, para pedir permiso para actuar en la plaza del pueblo. Puso una hora para ver la actuación. Cuando llegaron a la plaza todos los niños, él se subió en un escenario con forma de pirámide. El hombre sacó una varita mágica, y todos los pájaros del parque fueron volando como subidos en un paracaídas. El abuelo de un niño que no veía muy bien, cogió su lupa y dijo que era un gran mago. Antes de terminar los trucos de magia empezó a llover muy fuerte y también cayó un rayo, y todos los niños salieron a correr, y el mago se quedó solo en la plaza.
Laura García Alzás.

 

 

 

 

 

 

 

 

Historias de HALLOWEEN

  HALLOWEEN.   
La estatua encantada.

La semana pasada, los alumnos de 6º A y 6º B fuimos de excursión a un museo del terror para celebrar Halloween. Nos dividimos en grupos de ocho para ver el museo. En mi grupo, estábamos Moisés, Álvaro, Gabi, Israel, Rubén, María. L, Nerea y yo.
Vimos muchas estatuas y cuando estábamos llegando al final del recorrido, vimos una estatua muy fea, era un niño con un ojo y una peluca azul, metido en una botella. Yo me acerqué para verla y me tropecé, al caer le di a la estatua, que se cayó y se rompió. Al romperse salió humo de ella. Yo no me di cuenta, pero la peluca se me quedó pegada en la pierna. Intenté colocarla y entonces llegó el monitor y dijo que no pasaba nada que solo era una copia.
Antes de acostarme, las luces empezaron a parpadear y la tele se apagó cinco o seis veces seguidas, el teléfono dio tres toques y paró varias veces, dieron a la puerta y al salir no había nadie, algo muy raro. No pude dormir en toda la noche, tuve pesadillas sobre la estatua.
Justo a las doce de la noche se oyó un ruido que retumbó por toda la casa.
Al día siguiente, por la noche pasó lo mismo, pensé que el humo que había salido de la estatua al caerse era un espíritu y por la noche molestaba para conseguir algo.
A los dos días, vi una carta en la puerta, que me habían enviado a mi y no ponía el nombre del que la enviaba. Estaba cortada y no se entendía nada, pero al día siguiente vi otra. Junté las dos y vi que el mensaje se vería al juntarlas. Decía que fuese esa noche, a las nueve al parque, que allí nos veríamos. Así lo hice, al llegar al parque, vi a un fantasma con la forma de la estatua que había roto en el museo. Lo que quería, era que le diese la peluca que se me había quedado en la pierna. Se la di y nunca más tuve pesadillas ni nada, pero algunas noches se oían unos ruidos ...

    ¡Vaya susto!

El 31 de octubre del año pasado, íbamos mis amigas y yo pidiendo caramelos por las casas. Vimos una muy decorada y le dimos al timbre. Al darle, en vez de sonar una campanita como en las demás, sonó una tenue carcajada. Arrepentidas de haberle dado al timbre, salió una pareja vestidos de zombie. Amablemente nos preguntaron si queríamos caramelos. Nosotras, ya con menos miedo, dijimos que sí. La señora nos invitó a pasar. Al estar dentro nos encontramos a un perro muy raro vestido de esqueleto. A los segundos la mujer volvió. Esta traía un cuchillo en la mano. Salimos a correr hacia la puerta. Al llegar la pareja de la señora nos impedía salir. Nosotras aterrorizadas, empezamos a gritar y a correr por toda la casa. La pareja corría más que nosotras, asi que, ya sin esperanzas, nos quedamos quietas. Poco después reí. Todo había sido una broma que yo misma había planeado. Mis amigas se empezaron a reír. Fue la mejor noche que habíamos vivido.


Libre Descarga

                       MARINA FLORES CASTILLO 6ºA
El niño de la cueva.

Un niño vivía en una cueva desde hacía unos meses, había sido verano y había estado muy bien, pero empezó a hacer frío, y tuvo que ir al bosque a buscar leña para calentarse. Un día se encontró un esqueleto por el bosque, no sabía que iba a hacer con él. No se lo pensó mucho, lo recogió en un saco y se lo llevó a la cueva. Le buscó un sitio especial, lo puso en un rincón para asustar a sus amigos. Hizo una invitaciones para llevárselas a los amigos, para celebrar una fiesta. Llegó el día, cuando entraron los amigos vieron que tenía un nuevo amigo. Se quedaron muy asustados, él le había puesto un traje que tenía viejo y un gorro para taparle la cara, pero los niños al darse cuenta que no hablaba ni se movía, se acercaron, empezaron a temblar, tenían tanto miedo que se quedaron sin palabras. Salieron unas arañas y unos murciélagos que colgaban del techo de la cueva, y los niños salieron corriendo de allí, porque creían que su amigo se había vuelto loco. El niño lo explicó todo, y dijo que había sido una fiesta sorpresa terrorífica de Halloween. Al final todos los amigos se lo pasaron muy bien en la fiesta.  
  Laura García Alzás.

La noche de halloween
Clara era tan miedosa, que en la noche de Halloween no salía de casa. Esa misma noche, sus amigos Adrián y Carmen, la llamaron para que saliera de su casa. Clara decidió dejar sus miedos atrás y salió con sus amigos disfrazada de bruja con el traje de su hermana. Sus amigos le dijeron que para superar sus miedos fuera a la casa encantada de la que todos hablan. Allí, Clara no estaba muy segura de entrar. Al abrir aquellas puertas enormes, se escuchó un chirrido y todos pegaron un salto del susto, pero solo eran las puertas oxidadas. Como la casa era demasiado grande se dispersaron, Adrián por la cocina, Carmen por el salón y Clara por las habitaciones. Clara, al llegar a la última habitación encontró una silueta de una persona debajo de las sábanas. Cuando las levantó vio un hombre vagabundo que parecía estar muerto. Clara lo tocó un poco y el hombre se levantó con la manta en la cabeza. Clara salió gritando como una loca de la habitación diciéndole a sus amigos que había un muerto viviente en la habitación. Viendo que el hombre se acercaba salieron corriendo de la casa. Al ver que al hombre se le calló la sábana de la cabeza vieron que era un hombre vagabundo sin casa que se fue a vivir allí. Clara llegó a superar sus miedos y los tres amigos hicieron otro nuevo amigo, el vagabundo llamado Juán.
Inés Gómez Lindo                        
La gran fiesta

Daniel era el chico más divertido de la clase por eso decidió organizar la mejor fiesta de terror. Invitó a sus mejores amigos, Álvaro, Marcos, Celia y Carmen.
La fiesta comenzaba a las ocho de la tarde y pasarían la noche en su casa a dormir.
Los cuatro amigos sin pensárselo dos veces asistieron a la fiesta.
De las ocho a las nueve estuvieron charlando y comiendo golosinas que habían comprado los padres de Daniel.
A las nueve y cuarto decidieron ver una película de miedo, Noche de terror, que trataba sobre un grupo de chicos que salieron a pedir caramelos en la noche de Halloween, en esa noche había luna llena y vieron a un hombre vestido de payaso que salió detrás de ellos con un hacha.
La película terminó sobre las diez y media de la noche. Comenzaron a ponerse sus trajes.
Cada uno tenía un traje de Halloween diferente para ir a pedir los caramelos, el de Daniel era de esqueleto, el de Álvaro del Conde Drácula, el de Marcos de Frankenstein, el de Celia de vampira y el de Carmen de bruja.   
Salieron a las once de la noche debido a que tenían que maquillarse. Cogieron sus cestas y emprendieron la marcha hacia las calles de la ciudad.
Recorrieron la mayoría de calles de su zona y obtuvieron montones de caramelos, aunque todavía les quedaba una casa, la del señor Jack, se oían los rumores de que solía salir por las noches para pasearse por las calles y a veces quemaba las pertenencias de las personas que le habían dicho o hecho algo.
Pero desde que falleció su mujer nadie lo ha visto desde ese día. Ni siquiera para ir a hacer la compra o asistir a un acto o teatro que organizaba el ayuntamiento.
Álvaro era el más valiente de todos, así que decidió ir a llamar a la puerta del señor.
Nadie le abrió la puerta, así que decidieron irse. En el camino de vuelta a casa se encontraron a Jack, estaba en un pequeño descampado encendiendo unas cerillas, pero lo más raro es que estaba vestido de payaso y a su lado había un hacha.
Los cinco amigos se escondieron detrás de unos matorrales y supusieron que iría a incendiar el pasto que había en el descampado.
Ellos se miraron, y dudaron en llamar a la policía, pero Marcos pisó una rama que produjo un sonido un poco llamativo. Jack giró su cabeza y encontró a los chicos, ellos se dieron cuenta de que los había visto así que salieron a correr, Jack los siguió corriendo con el hacha en su mano. Consiguieron perderlo de vista ya que se metieron en un callejón.
No dudaron en llamar a la policía. Volvieron a la casa de Daniel muy asustados, ya que se trataba del mismo payaso que vieron en la película.
Pero decidieron olvidarse de todo y seguir con la fiesta. Vertieron todas la chuches en una boll bastante grande, pusieron música con luces de colores y estuvieron bailando durante toda la noche.
Llegó la hora de irse a dormir, entraron en una habitación en la que había dos camas de matrimonio y una más pequeña. Las dos chicas se durmieron en una de las cama de matrimonio y los chicos juntaron la cama de matrimonio y la pequeña.
Pero en una noche de Halloween no podía faltar el aullido de un lobo, así que la gran noche finalizó con uno de ellos.
 Nerea Herrera Balsera 
                                                    EL ESPÍIRITU DE LAS TRES BRUJAS.
“Halloween llegó, todos los niños estaban emocionados porque saldrían a pedir dulces y se reunirían para escuchar historias de terror. Sin embargo, esa noche fue diferente. Para ponerle un toque interesante, decidieron reunirse en el cementerio de la ciudad y no le dijeron a sus padres. Algunos no estaban muy animados con la idea pero preferían no decir nada, no querían que los acusaran de cobardes.

Cuando entraron, solo se escuchaba el rumor del viento y el mecer de las hojas de los árboles. Encontraron un rincón tranquilo junto a la estatua de un ángel y se sentaron en círculo. Uno de los niños comenzó a narrar una historia:
En este mismo cementerio, hace muchos, muchos años atrás, fueron sepultadas tres brujas y dicen que todos los años, en Halloween, sus almas son liberadas y vagan por la ciudad para vengarse de aquellos que las mataron.

De repente se escuchó un ruido. ¿Quién está ahí?, preguntaron los niños. Todos comenzaron a ponerse un poco nerviosos, al parecer el relato estaba dando efecto. De repente el faro bajo el que se encontraban se apagó y de las tumbas parecían salir unas figuras fantasmagóricas. Los niños estaban paralizados de miedo.
El silencio de la noche fue interrumpido por una risa espantosa. Por fin los niños reaccionaron y salieron corriendo del lugar. Nunca más aquellos niños pudieron celebrar Halloween y mucho menos acercarse a aquel cementerio.”
María Larios González 

Utilizamos los Story Cubes.

 

Una forma divertida de inventar una historia y fomentar con ellos la creatividad e imaginación.


Palabras: Teléfono móvil, fuente, ojo, cucaracha y Tierra.


 Un concurso, un concierto


Había una vez, un niño llamado Jesús, que tenía 10 años y era un chico muy nervioso.
Un día, recibió una llamada al teléfono móvil en la que le decían que si quería participar en un concurso y que no importaba si no ganaba porque de todas formas le darían un regalo. Él, sin colgar, se lo preguntó a su madre, y esta le dijo que sí, Jesús, antes de decir que sí, le preguntó al hombre que había hecho la llamada, que quién era y este dijo que se llamaba Antonio, Jesús preguntó que dónde estaba el plató y cuando sería el concurso, Antonio respondió que el plató estaba en Cáceres y que el concurso sería el jueves de la semana siguiente, entonces Jesús aceptó. Lo estuvo preparando todo para aquel día, y cuando llegó el jueves, partió para Cáceres. Al llegar al sitio indicado, vio que no había nadie y preguntó a un hombre que pasaba por allí, este le dijo que el plató estaba cerca de una fuente, en la siguiente esquina. Cuando llegó vio que había muchos niños y todos ellos muy listos, pensó que no tendría posibilidades de ganar.
Empezó el concurso y todos respondieron bien la primera pregunta, en la siguiente pregunta, no todos acertaron y los que no acertaron fueron eliminados, Jesús, las adivinaba todas, hasta que llegó a quedar solo contra un niño llamado Juan, este era muy listo. El presentador, formuló la última pregunta que decía: -¿Cuántas patas tiene una  cucaracha?-. Los dos respondieron al mismo tiempo y los dos correctamente, así que el presentador hizo otra pregunta que decía: ¿Cúal es el resultado de 6 + 3 x 5 - 4?-. Juan respondió primero y dijo 41, y después Jesús, que dijo 17. El presentador, al oír las respuestas dio el nombre del ganador: Jesús. Este empezó a llorar de alegría y su madre, que estaba en el público, bajó a felicitarlo y le dio un pañuelo para que se limpiase los ojos. El premio que le dieron, fueron cuatro entradas para ver el concierto de su cantante favorito, Melendi y a Juan, le dieron un juego en el que le hacían preguntas sobre el Planeta Tierra.
Gerardo Haut Flores

Ayer por la mañana al despertarme me encontré una cucaracha encima de mi móvil y como me daba asco fuí a por un guante a la cocina para cogerla pero al volver no estaba, fuí un poco más tarde al jardín y me senté en la fuente y la ví en el jardín salí corriendo hacia mi cuarto y me la encontré encima de la bola del mundo.Tuve una sensacion super asquerosa,no me gusto para nada.
Cogí una caja le hice agujeros y se la lleve a un amigo que es amante de los insectos y tiene buen ojo con ello, pues los cuida muy bien, cuando la vió dijo que era una especie muy rara, la estuvo investigando y vió que era una especie muy cara de Japón y entonces le dije:-Vale,muchas gracias por investigarla.-¿Pero esa es una especie legal?- y él me dijo que sí,entonces le dije que la vendería para sacar un dinerito y pagar el alquiler.
Verónica Casas Vázquez

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